lunes, 20 de abril de 2015

Leche de soja casera

El otro día me quedé sin ningún tipo de leche vegetal y decidí hacer leche de soja como en los viejos tiempos, cuando ser vegano era casi sinónimo de marciano. Claro que hubiera sido más fácil ir a la tienda y comprarla lista, pero el olor de la leche mientras hervía me trajo buenos recuerdo de aquellos tiempos y esa satisfacción de lo hecho en casa.
 
Después de probar varios métodos para hacer leche de soja, vuelvo a los orígenes, o sea, al primer método que aprendí, ya que es como mejor sale, aunque sea engorrosillo de hacer, más que nada por el cacharrerío que luego hay que lavar.



Lo primero que tenemos que hacer es adoptar una actitud de artesano, con paciencia y buen hacer. Luego ponemos en remojo durante al menos 8 horas una taza de granos de soja en agua caliente (caliente, no hirviendo). Lo mejor es dejar remojar durante toda la noche.

Pasado este tiempo la soja habrá aumentado de tamaño (como suelen hacer todas las legumbres). La ponemos en una batidora con dos tazas de agua y batimos hasta obtener un puré.







Se puede usar una batidora tipo Vitamix o del tipo como la de la foto. En ese caso tendremos que batir en varias tandas, pero usaremos en total sólo dos tazas de agua.






















Echamos el puré de soja en una cacerola bien grande. Esto es importante, porque sube mucho. Añadimos dos tazas más de agua y lo ponemos a cocer.


Y ahora hay que estar atentos porque tendrá que cocer durante 20 minutos, pero no debemos descuidarnos, ya que subirá mucho y si no queremos que rebose y se ponga todo perdido, tendremos que tener preparada una taza de agua y echar un chorrito cada vez que suba.

Atención....
sólo un chorrito, no toda la taza
de esta manera lo mantenemos en raya
Y después de 20 minutos de paciencia y meditación podemos apartar del fuego.

Ya sólo nos queda colarla, podemos usar un colador grande o una gasa (en este caso tendremos que esperar a que se enfríe para no quemarnos).

Y ya tenemos la leche de soja :-)). Nos saldrá un litro de leche y 500 gr de okara (la pulpa que queda al colar la leche). Con la okara se puede hacer un pan riquísimo que os prometo colgar pronto aquí, o si lo preferís dulce haremos galletas.


Pues esto es todo, no ha sido tan difícil verdad?, y encima hemos hecho un rato de meditación ;-)


Como se puede usar tanto para recetas dulces como saladas, la podéis encontrar en el índice en los dos apartados.

¡¡Que tengáis un buen día!!

7 comentarios :

  1. Que bonito, hacer las cosas en casa con cariño y dedicación :) Me has dado envidia, creo que voy a preparar leche vegetal un día de estos, ahora que estoy tan inmersa en lo casero!! Besos guapa

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    1. Pues tú tampoco te puedes quejar, que tu bálsamo revivificante sí que me ha dado envidia :-D
      Creo que próximamente voy a hacer más cosas en casa, que he descubierto unas recetas chulísimas y me muero de ganas de probarlas (de momento sólo te digo que no se comen, así te dejo un poco en vilo, je,je).
      Besitos!!

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  2. Rocio me encanto verte hacer leche de soja :-)
    Un saludito

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    1. Ja, ja, lo que más me costó fue hacer la foto echando el chorrito de agua, tuve que probar un montón de veces (en una mano la taza, en la otra la cámara para pillar el momento exacto). Tú ya sabes los malabarismos que hacemos tod@s por nuestros blogs ;-)
      Besos!

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    2. jaja que bueno, yo también he estado en esta situación muchas veces ;)

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  3. Qué chica más trabajadora. Y menudo reportaje!
    Yo tenía un cacharro llamado Soyabella con el que hacía la leche de soja. Me costó un pastón y cada vez que hacía leche calculaba cuánto me faltaba para amortizarlo :)))
    Ahora hace mucho que no lo uso, la verdad es que he vuelto a comprar la leche (arroz) porque me harté del sabor de la soja casera. Por qué es distinto del de la soja comprada???? La de la tienda sabe mucho mejor!!

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    1. Tienes toda la razón, la leche casera sabe muy diferente, quizás porque la otra está pasteurizada o porque le echan algo (a saber qué). También el zumo de naranja comprado no tiene nada que ver con el hecho en casa. Además en la leche casera se queda en el fondo un poso y hay que agitar antes de usar, como los jarabes.
      Por cierto, que un amigo tenía una máquina (supongo que del estilo de la Soyabella) y preparaba leches de todo tipo, no sólo de soja. No sé cómo sabían, porque yo no he probado, pero lo mismo puedes probar. Lo más rollo es luego limpiarla.
      El reportaje me divirtió hacerlo, pero es quizás para un caso de apuro, yo también prefiero la leche comprada.
      Besos!

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