sábado, 24 de octubre de 2015

Todos somos iguales (pero algunos más iguales que otros)

Érase una vez un niño llamado Oli, que estando un día comiendo en casa de sus abuelos, el filete le gritó al pincharlo, y  a continuación le contó una historia muy tierna y a su vez muy triste (si fuera alegre no estaría en el plato de Oli). Oli era un niño muy listo y sensible, y aparte de que los animales le hablaban en sueños para que él les ayudara a expresarse, se dió cuenta de algo muy especial:

¡¡TODOS SOMOS IGUALES!!

Esta es la historia que cuento en "Dilo por mí", y en este relato sí son todos los animales iguales (incluido el humano), no como en "Rebelión en la granja" de George Orwell (historia de lectura obligada, si es que aún no la conocéis. Lo raro es que a pesar de conocer esta historia desde niña, en aquella época no se me ocurrió hacerme vegetariana, y eso que era una niña crítica y ávida de saber. Lo que son los condicionamientos...!!)

Y no sólo Oli se dió cuenta de esa igualdad. Yo cada vez me asombro más cuando voy de paseo, mirad:

Vamos a empezar con los piercings: 


Como coja un resfriado, las va a pasar canutas

















A todos nos gusta sonreir:




También las vacas luchan por sus derechos:

Traducción: "Prefiero comer hierba que basura. Gracias"

Las reuniones son también muy importantes:


aunque este grupo no sé si es

un equipo de rugby








o un grupo de terapia




























Por supuesto no pueden faltar los paseos con la familia, incluido papá:

 
¿Qué no hace una madre por sus hijitos? 


Y si estamos tristes siempre agrademos una caricia:

Sin problemas de raza y color (quizás somos menos iguales que ellas)
Todos estos animales no pueden hablar como los humanos, no saben escribir, ni inventar ordenadores, no saben qué son los impuestos ni la bomba atómica, pero sienten como nosotros, tienen ganas de vivir (tan sólo por el hecho de estar vivos) y sufren si se les priva de libertad, si se les separa de sus hijos, si se les trata como a objetos.
Los humanos somos maestros en retórica, en diplomacia, en economía, en "saber de todo", en ironía y en modificar el mundo  según nuestros deseos. Poseemos lo que se llama "sentido común" (que según mi madre es "el menos común de todos los sentidos"). Tenemos la capacidad de discernimiento, de hacernos conscientes de nosotros mismos y de nuestro entorno, de trascender más allá de nuestros instintos¿Por qué entonces no usamos ese "sentido común" en pro de toda la naturaleza, sin necesidad de alcanzar la iluminación para ser capaces de desprendernos de nuestro ego y ser amables con todos los seres? Las guerras no dependen de los políticos, sino de cada uno de nosotros (¿cuántas pequeñas guerras llevamos en nuestro interior? Basta que se nos cuele alguien en la cola del supermercado o el coche de delante tarde un segundo "de más" en arrancar cuando el semáforo se pone en verde, y no digamos del niño que nos llena de arena en la playa cuando estamos tomando el sol, o la chica mona que nos encontramos con los mismos leggins que nos hemos comprado, pero que a ella le quedan mil veces mejor que a nosotras, etc, etc).

Pues sí que hay algo que nos hace diferentes a los demás animales: la decisión de vivir desde nuestro ego o de seguir esa voz en mi interior que me impulsa a hacer de este mundo un lugar de armonía, de amabilidad, de respeto por todos los seres y de agradecimiento por todos los tesoros que la vida nos ofrece, esos que no se pueden comprar con dinero.

6 comentarios :

  1. Ah, qué va, quién dijo que todos somos iguales. No lo somos, en realidad tampoco queremos serlo, pero sin duda todos deberíamos tener (al menos) el derecho a la vida. Por desgracia no es así, pero dudo mucho que esto cambie antes de que nos comamos el planeta entero.

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    1. Uy, a ver si ahora me van a interpretar mal. Creo que hablamos de lo mismo, pero por si acaso. Yo no pretendo humanizar a los animales no-humanos ni "envaquizar", "ovejizar", "encerdizar" y todo eso a los humanos, tampoco quiero poner al ser humano como un ser malvado o ridículo. El respeto a todos los seres incluye también al ser humano. En realidad todos lo seres somos únicos, ni siquiera estoy segura de que un clon sea igual a otro (la verdad es que nunca he entendido eso de los clones) y tod@s sabemos que por mucho que hagamos una receta nunca nos sale igual de una vez para otra. Y precisamente esa unicidad es los que nos hace también tan valiosos.

      En lo que sí somos iguales es en el derecho a la vida, tanto si somos un delfín de simpática sonrisa (en realidad el delfín no sonríe, es que su boca es así), una araña peluda, una vieja pelleja o un tio super "güenorro", todos tenemos derecho a vivir y a hacerlo de la manera más libre y digna posible. Y si esto no cambia antes de que nos comamos el planeta, pues desapareceremos de la faz de la Tierra y santas Pascuas.

      Un abrazo!

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  2. Hola Rocío!!!
    Yo también leí hace tiempo "Rebelión en la granja". Y mira si pienso que debería ser lectura obligatoria, que lo he regalado varias veces.
    Muy recomendable, sobre todo en la adolescencia. Yo lo leí en aquella época, y todavía hoy,... me da que pensar.
    Un abrazo!!

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    1. Hay libros que no pasan nunca de moda y se convierten en clásicos. Lo más interesante para mí es ver cómo veo el libro a distintas edades, lo mismo me leo otra vez "Rebelión en la granja", que hace siglos que lo leí. El que me acompaña desde siempre (como a mucha gente) es "El Principito". El que aún no he conseguido leer es la Biblia. Pero uno que me ha gustado mucho ha sido el Quijote, yo creo que le cogemos manía en el colegio, aparte de que no es un libro para niños de colegio. Yo lo he disfrutado, lo encuentro genial.
      Uy, creo que tú y yo nos ponemos a hablar de libros y no acabamos, ja, ja.
      Un beso!

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  3. Hola Rocío!!

    A mi me ha encantado tu libro "Dilo por mi" y me parece que también debería ser de lectura obligatoria ;)
    Estoy de acuerdo en que tanto iguales como diferentes se puede aplicar a todo. Todos somos diferentes y únicos y, a la vez, todos somos iguales.
    Somos capaces de hablar y entender a otras personas (bueno, esto no siempre es así en todos los casos, pero ya es otro tema aparte, un poco relacionado con lo del "sentido común" y el ego, jeje...)
    Tenemos que aprender a "escuchar" a los animales, a las plantas y a todo lo que nos rodea, aprender a respetar a los seres vivos, al planeta que nos alberga con cariño y tratar a todos con el amor y cariño que se merecen. Esto incluye también a los humanos, ya que el ego muchas veces impide el respeto incluso con los de nuestra misma especie
    Lo bueno del ser humano es que sí tiene capacidad de elección y podemos elegir vivir en armonía con nosotros mismos y con lo que nos rodea ^_^

    Un besote muy grande!!!

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    1. Muchas gracias, Celia, por lo de mi libro, me alegro de que te guste. Desgraciadamente no se encuentra en librerías porque lo imprimí en una imprenta y sólo se puede comprar a través de mí o del UVE (Unión Vegetariana Española, por cierto que el precio de la UVE no es actual. El cuento se vende actualmente a 5 Euros, precio especial de Navidad). Si te apetece puedes compartirlo en redes ;-)

      El respeto a todos los seres es esencial. Algunas asociaciones animalistas olvidan el respeto a los humanos o incluso son antropofóbicas. Esto es igual de especistas que el negar el derecho a otros animales o de otorgarles a algunos más derechos que a otros.

      Un beso grande!

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